Hay días que en los que no te apetece hacer nada. No me me refiero a levantarte de la cama porque esta calentita, ni a salir de casa, ni a tomar tu taza de chocolate caliente, ni a salir con tu perro a dar un paseo, ni ponerte esa sudadera tan grande que te regaló él. Nada de eso, no me refiero a eso. Hay días en los que no te apetece hacer nada, porque solo te apetece pensar en él, y sólo en él. porque cuando dijimos para siempre, sabíamos que mentíamos, pero ser ignorante, a veces nos aporta la felicidad, verdad? o no recuerdas, cuando eramos pequeños y queríamos que fuera navidad para recibir nuestros regalos. No sabíamos que todo eso era fantasía, no era real. Pero nosotros, tan ingenuos e ignorantes, eramos felices sin saber la verdad. Así es cómo me sentía al estar a tu lado, al sentirte cerca. Sólo con oír tu voz, mi corazón latía mas deprisa, y mis mejillas se enrojecían, como las de una niña pequeña. Pero eso, me hacía feliz. Me hacías feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario